martes, 2 de marzo de 2010

El tiempo


Durante los primeros días parecía que estabamos en la costa de la lluvia y no en la Costa del Sol... Gracias a Dios tuvimos por lo menos dos días medio soleados, el último sábado el cielo estaba despejado, y pudimos quitarnos las chaquetas y las gorras, gozando de 19 grados bajo las palmeras.

Una excursión exitosa


A pesar de un tiempo complicado y revoltoso, con lluvia torrencial y temperaturas bajo el promedio de la temporada, la excursion fue exitosa. Hay que destacar el afán de los alumnos entusiasmados por mejorar el idioma español. Andaban “cazando” nuevas palabras y expresiones por todas partes, siempre preguntándonos por el significado de frases que escuchaban o veían en los carteles. Se atreveían a hablar con muchos malagueños, tanto en las calles como en los institutos que visitamos. ¡Qué alegría para el corazón de un profe de español!

La conclusión de Terje


En resumen quiero confesar que yo también disfruté mucho de esta estancia, ya que llegué a conocer mejor a mis alumnos y mis colegas.
Tuve nuevos contactos que nos servirán en excursiones venideras, pero ante todo, pasé una semana inolvidable en un ambiente instructivo y interesante en medio del corazón de España.

De parte de los profesores
Terje Leraand

Clases en las cafeterías


Sin embargo, lo que más me encantó, fueron las clases en las cafeterias, en las que los alumnos trabajaban con tenacidad y afán en materias linguisticas, escribiendo en los diarios, sus proyectos etc. Nos reunimos cada día una o dos horas con diccionarios, bolis y cuadernos para enfocar en el propósito principal de la excursión; el de aprender más español.

Actividades culturales


El carnaval (disfraces callejeras), los dos conciertos (uno de flamenco, otro de rock folklórico), y el museo y la casa natal de Picasso, marcaron otro climax cultural de aquella semana en Málaga. Además hay que destacar la excursión a Granada y la visita a la Alhambra. Vimos la tumba de los Reyes Católicos (Isabel y Fernando) en la catedral. Por supuesto no hay que olvidar la Catedral de Málaga, con sus famosas obras de arte y su arquitectura impresionante.

Visita a dos institutos españoles




El provecho profesional de nuestra estancia fue de alto valor. Gracias a Eduardo Campos, profesor en el Instituto Vicente Espinel y Lola Domene en el la Universidad Laboral, aprendimos mucho sobre los dos institutos y el sistema educativo en España. Los alumnos asistieron a clases y se pusieron en contacto con jóvenes malagueños de su edad. Además, Eduardo nos llevó a la Alcazaba, un Castillo impresionante que data del período musulmán.

Tapas


Por las noches salíamos a bares, cafeterías y por supuesto, íbamos de tapas. El tapeo es una costumbre típica de España, y paseábamos probando todos tipos de “golosinas”.
Los alumnos se portaron impecablemente bien. Siempre llegaban en punto, mostrando mucho interés en todas las actividades que hicimos. Aunque la pension era de calidad mediocre, nunca se quejaban.